Son aditivos alimentarios que ayudan a controlar o regular la acidez o alcalinidad de un alimento, ya sea para fines de conservación o bien, para la modificación organoléptica o funcional del alimento. Su función es importante para el procesamiento, sabor y seguridad alimenticia; el control inadecuado del pH puede resultar en el surgimiento de bacterias indeseables en el producto causando riesgos a la salud o, simplemente, el detrimento del alimento.
Su fórmula química es: C6H807
ANÁLISIS QUÍMICO
Composición – Especificación
Ácido Cítrico 99.5-100.5 %
Humedad 1.0 Máx.
Sulfatos 150.0 ppm Máx.
Cenizas sulfatadas 0.1 % Máx.
Oxalato 360.0 ppm Máx.
Substancias carbonizables Pasa la prueba BP