Es un aditivo alimentario que controla la acidez o alcalinidad de un alimento, ya sea para fines de conservación, o bien para la modificación organoléptica o funcional del alimento. Su función es importante para el procesamiento, sabor y seguridad alimenticia, ya que el control inadecuado del pH puede resultar en el surgimiento de bacterias indeseables en el producto que podría ser un peligro potencial a la salud o, simplemente, el detrimento del alimento.
Su fórmula química es: C4H4O4