aditivos en manufactura de alimentos.
  • Las leyes mexicanas permiten el uso de más de tres mil compuestos usados como aditivos que pueden emplearse en la manufactura de alimentos.

 

  • Organismos internacionales como la FAO y la OMS, emiten recomendaciones para el consumo de los aditivos mediante el Codex Alimentarius.
¿Qué son los aditivos?

 

Un aditivo, ya sea natural o sintético, es una sustancia o mezcla de varias sustancias, que se adiciona intencionalmente a los alimentos durante las etapas de producción, envasado y conservación, para lograr ciertos beneficios como resaltar el color, el aroma, el sabor, la textura, el valor nutritivo, el sonido que produce al momento de consumirse, o para prolongar la vida del producto en anaquel, con el fin de generar productos más atractivos y diferenciados para los consumidores.

 

Actualmente, en la industria alimentaria se utilizan un gran número de aditivos que otorgan características especiales a los productos alimenticios, entre ellos los conservadores, emulsionantes, polioles o polialcoholes, acidulantes, alcalinizantes y reguladores del PH, secuestradores o quelantes, edulcolorantes, gasificantes para panificación, antiaglomerantes, antiespumantes, colorantes, sustancias para masticar, humectantes, sustitutos de grasas, nutrimentos como vitaminas o minerales, saborizantes, saboreadores o aromatizantes y otros aditivos.

 

Sin embargo, muchos de ellos cumplen más de una función al mismo tiempo, por ejemplo, los polioles, que reducen la actividad del agua, también son edulcorantes y humectantes; los antioxidantes igualmente presentan cierta actividad antimicrobiana; los acidulantes abarcan una gama muy amplia de acciones; los espesantes, como gomas o proteínas, también estabilizan emulsiones de aceite en agua; los diversos fosfatos comerciales (fosfatos, metafosfatos, hexametafosfatos, tripolifosfatos y pirofosfatos) desarrollan muchas funciones, tales como amortiguador de pH, emulsionante, antiaglomerante, secuestrador, dispersante, en sales de panificación, etcétera.

 

Los aditivos deben utilizarse como ayuda para resaltar las cualidades de los alimentos, pero no para enmascarar materias primas o productos de mala calidad, por lo que es importante el profesionalismo y la ética de los técnicos que emplean estos aditivos en los alimentos para no engañar al consumidor mediante el abuso indiscriminado de estas sustancias que pretendan ocultar la presencia de otros elementos que puedan ser dañinos para la salud humana como los plaguicidas, fumigantes o metales pesados que puedan estar presentes en los alimentos.

 

Aspectos legales sobre el uso de aditivos en los alimentos

 

Cada país tiene sus propias leyes sobre el uso de aditivos en los alimentos y algunos de ellos realizan estudios para determinar la inocuidad de cada aditivo y sus posibles riesgos a la salud humana. Existen también organismos internacionales como la FAO -Food and Agriculture Organization-; WHO -World Health Organization-; y la OMS, -Organización Mundial de la Salud-, que emiten recomendaciones para el consumo de los aditivos mediante el Codex Alimentarius.

 

Estas organizaciones internacionales han establecido la ingesta diaria aceptable de los diversos aditivos, IDA (Acceptable Daily Intake, ADI), y los han clasificado en tres categorías, A, B y C, de acuerdo con su seguridad. Los A son los más inocuos y no presentan riesgos para la salud mientras que los C tienen limitaciones respecto a su uso como aditivos en alimentos, como resultado de los análisis toxicológicos realizados generalmente en animales.

 

Entre los miles de aditivos permitidos en la industria alimentaria existen algunos muy conocidos como la sacarosa, los ácidos acético y cítrico, el cloruro de sodio y otros, que se emplean desde hace siglos para conservar los alimentos y mejorar sus propiedades sensoriales y, debido que se encuentran de forma natural, se ha podido comprobar la seguridad para la salud humana en su consumo.

 

Algunos aditivos, como los sulfitos, la tartracina y el glutamato monosódico son conocidos por provocar alergias a personas sensibles a estos elementos, por lo que es importante que los fabricantes indiquen la presencia de estos en los alimentos para que los consumidores puedan evitar el consumo de productos que puedan afectar su salud.

 

De acuerdo con la legislación mexicana, el “Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario de Actividades, Establecimientos, Productos y Servicios”, expedido en 1999, define como aditivo “la sustancia que se adiciona directamente a los productos durante su elaboración para proporcionar o intensificar aroma, color o sabor, para mejorar su estabilidad o para su conservación”.

 

Queda prohibido su uso para: a) ocultar defectos de calidad; b) encubrir alteraciones y adulteraciones en la materia prima o en el producto terminado; c) disimular materias primas no aptas para el consumo humano; d) ocultar técnicas y procesos defectuosos de elaboración, manipulación, almacenamiento y transporte; e) reemplazar ingredientes en los productos que induzcan a error o engaño sobre la verdadera composición de los mismos, y f) alterar los resultados analíticos de los productos en que se agreguen.

 

Aditivos permitidos por la Legislación mexicana para su uso en alimentos

 

En nuestro país, están permitidos los siguientes aditivos para uso en la industria alimentaria según su función:

 

Acentuadores de sabor: Sustancia o mezcla de sustancias destinadas a realzar los aromas o los sabores de los alimentos.

 

Acidulantes, alcalinizantes y reguladores de pH: Sustancia que modifica o mantiene la acidez o alcalinidad de los productos.

 

Acondicionadores de masa: Sustancia que se utiliza en panificación para mejorar diversas

cualidades de la masa.

 

Antiaglomerantes: Sustancia o mezcla de sustancias que se agrega a los productos o aditivos para evitar su cohesión.

 

Antiespumantes: Sustancia o mezcla de sustancias que, adicionada durante la elaboración de los productos, disminuye la formación de espuma.

 

Antihumectantes: Sustancia que disminuye las características higroscópicas de los productos.

 

Antioxidantes: Sustancia o mezcla de sustancias destinada a retardar o impedir la oxidación

y enranciamiento de los productos.

 

Antisalpicantes: Sustancia o mezcla de sustancias que añadidas a las grasas emulsionadas

con agua, evitan que al calentarlas se esparzan.

 

Clarificantes: Sustancia que elimina la turbidez en un líquido, dejándolo claro.

 

Colorantes y pigmentos: Sustancia que tiene la propiedad de impartir color al medio que lo contiene según la solubilidad que tenga en el medio, ya sea un medio hidrofílico o lipofílico o a otro material o mezcla, elaborado por un proceso de síntesis o similar, por extracción o por separación, obtenido de una fuente animal, vegetal o mineral y que posteriormente se ha sometido a pruebas fehacientes de seguridad que permiten su uso en alimentos y que, directamente o a través de su reacción con otras sustancias, es capaz de impartir el color que le caracteriza.

 

Conservadores: Sustancia o mezcla de sustancias que previene, retarda o detiene la fermentación, el enmohecimiento, la putrefacción, acidificación u otra alteración de los productos causados por algunos microorganismos y por algunas enzimas.

 

Edulcorantes no nutritivos: Sustancia natural o sintética, que puede sustituir parcial o totalmente el dulzor del azúcar.

 

Emulsificantes, emulsivos, estabilizadores, espesantes y gelificantes: Sustancia o mezcla de sustancias que mantiene homogéneos a los productos constituidos por dos o más fases inmiscibles, impidiendo su separación.

 

Enturbiadores: Sustancia o mezcla de sustancias que al agregarse a un líquido le resta claridad, o sirve para equilibrar la baja densidad de los aceites esenciales en un producto determinado.

 

Enzimas: Sustancia proteica producida por células vivas que catalizan reacciones específicas en diversos procesos de elaboración de productos.

 

Espumantes: Sustancia que, adicionada a un líquido, modifica su tensión superficial y estabiliza las burbujas formadas, o favorece la formación de espuma.

 

Gasificantes para panificación o polvos para hornear: Sustancia o mezcla de sustancias que adicionadas durante el proceso de elaboración de productos de panadería favorece el desprendimiento de dióxido de carbono.

 

Humectantes: Sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir la pérdida de humedad de los productos.

 

Leudantes: Levadura de cerveza prensada, húmeda o deshidratada, obtenida por proliferación del Saccharomyces cereviceae, empleada en productos de panadería para favorecer la formación del dióxido de carbono.

 

Oxidantes: Sustancia o mezcla de sustancias que por proceso de oxidación condiciona o

mantiene determinadas características en algunos ingredientes de los productos y que también puede emplearse como blanqueador.

 

Las leyes mexicanas permiten el uso de 402 aditivos y coadyuvantes, 51 colorantes, 54 enzimas, 386 saborizantes sintéticos artificiales y 2,177 saborizantes idénticos al natural; sumando un total de más de tres mil compuestos usados como aditivos y que pueden emplearse en la manufactura de alimentos, en donde los saborizantes son el grupo más numeroso.

 

Por otro lado, los conservadores son un grupo muy importante de aditivos cuya finalidad es prevenir el crecimiento de hongos, levaduras y bacterias. Algunos aditivos como los acidulantes, las gomas, la sacarosa o el cloruro de sodio, además de ejercer una acción saborizante y de espesante, también controlan el crecimiento microbiano. Entre los conservadores más utilizados en la industria alimentaria se encuentran los ácidos benzoico, sórbico, acético y propiónico y sus sales, los parabenos, los sulfitos, los nitritos y los nitratos, los antibióticos, el pirocarbonato de etilo y los epóxidos.

 

Los epóxidos, tienen un efecto bactericida, esto es que destruyen las bacterias; todos los demás actúan principalmente como inhibidores del crecimiento microbiano en los alimentos procesados con el fin de alargar la vida de los productos en el anaquel para que, cuando el consumidor los adquiera, se encuentren en óptimo estado para su consumo y no presenten riesgos a la salud humana.

Cabe destacar que el almacén y oficinas ubicadas en Monterrey, Nuevo León comenzaron a operar en febrero 2021. El objetivo estratégico de este nuevo almacén es atender fundamentalmente a las industrias de Alimentos y Bebidas, así como la industria Química ya que la bodega cumple con los estándares establecidos.

Además, esta nueva bodega cuenta con vías para la recepción de las materias primas de uno de nuestros principales proveedores de materiales Searles Valley Minerals Inc., mismos que llegan a través del ferrocarril al tener una espuela con servicio de Ferromex y Kansas City Southern de México, KCSM.

A partir de la alianza con Searles Valley Minerals, nuestro proveedor de Sulfato de Sodio Anhídrido Natural, decidimos realizar mejoras importantes en las oficinas en Cuautitlán Izcalli, Estado de México. Por un lado, la ampliación y adaptación de las oficinas para recibir al personal debido al crecimiento de la operación relacionada al volumen adicional de los productos de nuestro socio comercial. Y, por el otro, la renovación del contrato de arrendamiento con el Parque Industrial donde se ubica la oficina y bodega, hasta el 2024, con el objetivo de mantener la cobertura estratégica que brinda este almacén para atender la zona centro y sur del país.

Si bien tanto 2020 como 2021 han sido años muy complicados para las empresas, las industrias y las familias en todo el mundo, en Possehl no hemos bajado la guardia, seguimos trabajando, día a día, para superar esta crisis, garantizar el suministro de materias primas a las industrias y mantener los empleos de nuestros 80 colaboradores, cuyas familias dependen de sus ingresos.

A pesar de las dificultades que enfrentamos en 2020, fuimos reconocidos en 2021 entre las 101 mejores empresas mexicanas. La iniciativa, Mejores Empresas Mexicanas, (MEM) en su es impulsada por Citibanamex, Deloitte y el Tecnológico de Monterrey y se ha realizado en nuestro país por 11 años.

En el marco del reconocimiento, el Sr. Javier Cortina, Director General de Possehl, dijo que “Para todas las personas que formamos parte de la familia Possehl, es un orgullo recibir este reconocimiento, por segundo año consecutivo, y refrendamos nuestro compromiso de seguir manteniendo los más altos estándares de calidad en la operación de todos nuestros procesos, así como en la calidad de nuestras materias primas para satisfacer la demanda de la industria nacional”.

Así mismo, Possehl, en su mejora continua y como Empresa Socialmente Responsable, cuenta con una participación activa en iniciativas sociales que busquen garantizar el bienestar familiar y social. En 2020, en medio de la pandemia, decidimos desarrollar un proyecto en conjunto con la Cooperativa Huizache, integrada por 70 familias artesanas de varias regiones de Oaxaca, con la idea principal de apoyar e impulsar directamente y sin intermediarios, el trabajo y obras de los artesanos mexicanos. El proyecto consistió en la elaboración y producción de piezas alfareras de barro negro, caladas y hechas a mano por los artesanos de San Bartolo Coyotepec, las cuales enviamos como regalos a nuestros socios comerciales con motivo del fin de año.

También apoyamos otras iniciativas como la carrera-caminata de CONFE, Confederación Mexicana de Organizaciones en Favor de la Persona con Discapacidad Intelectual, A.C. con un donativo anual en donde nuestro personal participa activamente. Así mismo brindamos apoyos a la sociedad afectada por desastres naturales con el envío de suministros y mantenemos campañas permanentes al interior de la empresa para crear una mayor consciencia sobre la responsabilidad ecológica y el cuidado del medio ambiente.

En Possehl seguiremos trabajando en 2021 sin tregua, para impulsar la reactivación de las industrias que permita generar los empleos perdidos durante la pandemia y que las familias mexicanas recuperen su estabilidad económica y su tranquilidad.